
Photo by Larm Rmah on Unsplash Texto: Susana Aragón Fernández
Quitadas las ropas de trabajo, las botas fuertes, las herramientas… niños somos
Quitadas las aspiraciones, los títulos bien guardados, las ocupaciones… niños sin más
Niños somos,
aquella niña que fui, aquella que tanto lloraba, aquella que tanto reía.
Las ovejas que él cuidó, su precioso pueblo en la montaña, Uztarroz,
¡qué atrás quedaron!
La hija tan querida, tan cuidada que ella peinó y vistió,
¡ojalá vaya a visitarla por Navidad!
Las alegrías de Chuchín y sus mejicanas dando un toque de calor y una chispa de vida a esos días que transcurren lentos y monótonos.
Las cabezas un poco perdidas y los ojos que sonríen cuando otros también les sonríen
(ahora, en tiempos de mascarillas, hemos aprendido a percibir las sonrisas en los ojos),
esos ojos infantiles, llenos de arrugas
y rojos los de aquel que sueña con volver a su casa, sin saber si esta sigue existiendo.
Niños somos llenos de canas, de músculos un poco lacios,
llenándonos de sabiduría al mismo ritmo que perdiendo tersura y forma nuestro cuerpo,
niños que se ilusionan con las luces en la ciudad, con el saludo espontáneo,
niños que sufren con el desdén y la envidia, detectores intuitivos de la mentira.
Niños de pecho alborotado de tanto jugar, de tanta emoción.
Ahora esperamos a nuestro Niño, con la misma ilusión de siempre.
¡Feliz Navidad!
Si quieres puedes hacer un comentario sobre lo que acabas de leer. También puedes compartir esta entrada con tus amigos y familiares. Estás invitad@ a formar parte de este blog. Sólo tienes que darle a “seguir” y el propio blog te avisará de las novedades. También puedes leer entradas antiguas.
¡Feliz Navidad!
Tiempo para volvernos golondrinas.
Me gustaMe gusta
¡Buena idea, José Miguel! Podemos intentarlo y poco a poco lo iremos consiguiendo si lo pedimos. Un abrazo y ¡¡feliz Navidad!!
Me gustaMe gusta