
La tierra permanece…. a la espera
¿Que hay lluvia? La tierra ríe
¿Que hay sequía? Se agrieta
¿Que hay viento? Todo en ella se mece
El cielo permanece… a la espera
De nuevas estrellas brillando.
Nuevos satélites, nuevas galaxias
Atento a los eclipses y nebulosas
Sorprendido, siempre sorprendido
Las plantas de los arañones se van llenando de frutos
¿Que los días son calurosos? Los frutos maduran risueños
¿Que los días son frescos? Los frutos esperan, en sus ramas, serenos
El trigo, la cebada y el centeno han jugado en primavera a ser mares verdes con olas que el viento formaba a su antojo, olas del campo, sin sal.
¿Que ha llegado el tiempo de dejar el juego para ser recogidos? Ya sueñan con sueños de panes.
¿Que toda la planta ha de aprovecharse? Conformes se pliegan para crear los cilindros tostados de los campos de final del verano.
Las golondrinas hace tiempo que llegaron dando ritmo y alegría al cielo, su escenario
¿Que nacen sus crías? Incansables, las alimentan y les enseñan el vuelo
¿Que hay lluvia? Buscan cobijo por los aleros
¿Qué hace sol? Celebran su fiesta cotidiana y sus vuelos son música y guirnaldas
Y mientras tanto, estas piernas caminan torpes
Estas manos no saben bien qué dibujar, qué escribir
Estos brazos desean abrazar y no saben cómo
La risa o el llanto se pierden en la distracción
Como la tierra quiero esperar la lluvia, la sequía y el viento
Como el cielo quiero esperar, quiero sorprenderme
Como los arañones quiero madurar con el calor del sol
Como los cereales, hacer buen pan y preciosas gavillas
Como las golondrinas, CELEBRAR CADA DÍA

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