
Photo by Patti Black on Unsplash
Texto: Susana Aragón Fernández
(A veces no puedes salir de un embrollo por tus propias fuerzas)
Era un pájaro pequeño, bonito, de bellas plumas, de canto bello.
Era un pájaro precioso, más precioso cuanto más de cerca se le miraba
Pasaba el día revoloteando, cerca de los suyos, buscando alimento,
Cantando y alegrando el bosque y la vida
Cantando y alegrando a la Madre de Todas las Aves
Al llegar la noche descansaba en el viejo árbol
Amanecía en la rama del árbol plantado a la orilla del río
Se desperezaba el árbol, se desperezaba el pájaro
Y empezaba la melodía que canta y canta con entusiasmo
Un día el pequeño pájaro quedó enganchado en una zarza
No había forma de salir, rodeado de ramas y pinchos
Heridas las alas, sangrando y heridas las patas
movía y movía todo su cuerpo empujando hacia afuera
Quería salir con todas sus fuerzas a su mundo libre y abierto
Pero cuanto más se movía más se le clavaban las espinas de la zarza
Y así acabó conociendo el significado de la palabra impotencia
Su corazón y su respiración iban a mil por hora
Enganchado y herido fue perdiendo su energía y el bosque quedó sin sus trinos
Agotado, cantó sin voz a la Madre de Todas las Aves hasta quedar dormido
Soñó que dormía en Sus brazos y que Ella le decía que no se preocupara, que confiara
Dejó de aletear y de herirse y confió
Una luz calentó sus párpados cansados:
la luz que entraba por el hueco entre aquellas ramas
el hueco que no había visto en su desesperación
el hueco que sería su LIBERACIÓN.
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Qué bonito Su!! Me ha gustado mucho😢😍🤗
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¡Gracias, Pilar! Muchas gracias por comentar. Es una alegría encontrarte ya sea por las calles, caminos o por el mundo virtual. Un abrazo
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