El frío ha llegado ya y en los puntos altos de la ciudad se puede descubrir las cumbres nevadas de los montes de los alrededores. Ella permanece día tras día en la cama del hospital a la espera de mejorar su estado de salud para el momento en que llegue el corazón que sustituirá al suyo, ya agotado. Con la misma ilusión que sus nietos esperan al Olentzero y a los Reyes Magos, ella espera ese corazón que al parecer llegará en helicóptero. Ella, su marido, sus hijos… miran al cielo intentando descubrir un sonido, una señal que les avise de su llegada. Otros corazones han llegado con el cariño de quienes le quieren: el corazón-globo de helio que adorna la habitación desde el día de su cumpleaños, el corazón-broche de ganchillo hecho por las manos maestras de una vieja amiga…
Una de estas tardes está con fiebre y dormita sin mucha calma, enchufada a varios goteros. Pasa el equipo de médicos y enfermeras que se vuelcan en atenderle. Ahí mismo debaten qué hacer y deciden llevarle a la Unidad Coronaria, para tener mayor vigilancia. Cuando se van los profesionales algo extraño pasa: sus ojos se vuelven hacia arriba, su lengua asoma y parece que se nos va. “¡Estamos aquí, tía!” le dices y no sabes bien qué más: si le pones la mano en la frente… tal es el susto. Su hijo corre en busca de los médicos que llegan cuando ya está volviendo en sí. Los ojos muy abiertos al principio, como extrañada, asustada… luego ya volviendo a su expresión normal.
No hay plazas en la Unidad Coronaria y queda en la UCI, donde se puede entrar con precaución: sólo dos personas y con bata y mascarilla, y un cuidado especial en cuanto al lavado de manos. En la UCI queda con su espera, con su sufrimiento, con su afán de no molestar, con sus risas esperando mejores momentos… y al escuchar la despedida “¡Adiós, tía, un beso!” (un beso imposible de dar con esa mascarilla), ella frunce sus labios y con un ligero brillo en los ojos te lanza un beso desde ese corazón intacto del alma.
Texto: Susana Aragón Fernández
Publicado en febrero de 2017 en Diario de Noticias de Navarra
(en la versión digital aparece pegado al artículo Indultad a ese toro)
http://www.noticiasdenavarra.com/2017/02/08/opinion/cartas-al-director/indultad-ese-toro
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